Trabajo sobre sí mismo: Explorando el enfoque de Gurdjieff y sus implicaciones espirituales.
Rocco FontanaHoy hablamos del “trabajo sobre sí mismo”, un concepto profundo y transformador que ha sido ampliamente explorado en diversas tradiciones espirituales. Uno de los enfoques más distintivos y peculiares es el propuesto por George Ivanovich Gurdjieff , un maestro espiritual del siglo XX que desarrolló un sistema de enseñanzas conocido como la Cuarta Vía.
En este artículo queremos ofrecer una visión introductoria sobre el tema, remitiendo al lector a las fuentes para profundizar, comenzando por la bibliografía al final de la página.
El trabajo sobre sí mismo, según Gurdjieff, ofrece una oportunidad de emancipación y crecimiento personal que puede transformar profundamente nuestras vidas. El maestro armenio-georgiano desarrolló un sistema de enseñanzas que enfatiza la importancia de la autoobservación, la atención dividida, la consciencia y el conocimiento. Estos son elementos fundamentales del proceso de transformación personal, que también se encuentran en otras tradiciones (pero yo, personalmente, aprecio el sistema gurdjieffiano y de eso hablo), y que pueden llevar a una mayor autoconciencia y a una comprensión más profunda del mundo que nos rodea.
Los Principios del Trabajo sobre Sí Mismo según Gurdjieff
El trabajo sobre sí mismo, según Gurdjieff, es el proceso intencional de autoobservación, autoconocimiento y autotransformación. El objetivo es alcanzar un estado de mayor consciencia y presencia consciente en la vida diaria. Gurdjieff enseña que la mayoría de las personas viven en un estado de sueño, incapaces de darse cuenta plenamente de sí mismas y de sus acciones.
Su enseñanza se basa en la idea de que los seres humanos están compuestos por diferentes "centros" —el centro emocional, el centro mental y el centro motor o instintivo— y que un verdadero desarrollo interior requiere armonizar y coordinar estos centros. A través de la práctica de la autoobservación, ejercicios de consciencia y trabajos específicos, se busca despertar la consciencia dormida e integrar estos centros para alcanzar un estado de mayor consciencia.
Leamos las palabras de un ilustre alumno, P.D. Ouspensky, sobre los primeros intentos de autoobservación:
“Para la mayoría de nosotros, la principal dificultad, como pronto se vio, era la costumbre de hablar. Nadie veía esta costumbre en sí mismo, nadie podía combatirla, porque siempre estaba ligada a alguna característica que el hombre consideraba positiva en sí mismo. Si hablaba de sí mismo o de los demás, era porque quería ser 'sincero', o porque deseaba saber lo que pensaba otro, o porque quería ayudar a alguien, etc., etc...”
Me di cuenta enseguida de que la lucha contra la costumbre de charlar o, en general, de hablar más de lo necesario, podía convertirse en un centro de gravedad del trabajo sobre uno mismo, porque esta costumbre se entrometía en todo, lo penetraba todo y era para muchos de nosotros la menos notoria.
P.D. Ouspensky - Fragmentos de una enseñanza desconocida
Vivir una vida auténtica a través del trabajo sobre sí mismo de Gurdjieff.
Una de las peculiaridades del trabajo sobre sí mismo según Gurdjieff es su énfasis en la acción consciente en la vida cotidiana. No se trata solo de reflexión interior, sino también de llevar la consciencia a las acciones, pensamientos y emociones del día a día. Este enfoque práctico hace que el trabajo sobre sí mismo sea accesible y relevante para la vida de cada individuo. Olvídense, por lo tanto, de pensamientos de eremitismo y similares; el Camino está aquí y ahora, inmersos totalmente en la “banal” cotidianidad.
El trabajo sobre uno mismo requiere un compromiso constante con la autoobservación y el monitoreo, sin juicio, de las propias reacciones y pensamientos. Esta práctica de autoobservación es fundamental para comprender las dinámicas internas que influyen en nuestro comportamiento. A través del trabajo sobre uno mismo, se nos invita a explorar las diferentes partes de nosotros mismos, tanto las que consideramos positivas como las que consideramos negativas. Solo a través de la autoobservación podemos comenzar a aceptar todas nuestras partes e integrarlas en un ser más completo y armonioso. A continuación, algunas palabras de Gurdjieff, con su característico estilo:
“Les decía, entre otras cosas, que para un hombre que ya ha comprendido con su razón lo que vale —es decir, que ha reconocido la exagerada importancia que atribuye a su presunta individualidad, la cual, según su propio juicio imparcial, en estado de calma, no representa más que una casi completa «nulidad»— el trabajo esencial consiste en adquirir la capacidad de dedicar, durante un cierto tiempo, todas sus posibilidades y todas sus energías a identificar el mayor número posible de hechos anómalos que ocurren en el curso de los diversos procesos físicos y psíquicos, en otras palabras, en llevar a cabo lo que se define como «la observación de sí mismo».
Y esto resulta absolutamente indispensable para que la conciencia de estos hechos indeseables, que hasta ahora sólo su mente ha sabido reconocer, y que aún carecen de sentido para su ser general, impregne gradualmente su naturaleza y, cristalizando en él una firme convicción respecto a todo lo que ha aprendido, suscite en su ser general, según un procedimiento conforme a las leyes, una energía de gran intensidad que sólo hace posible un trabajo ulterior sobre sí mismo. Esta energía se manifiesta, entre otras cosas, mediante un esfuerzo constante dirigido a la adquisición a lo largo del día, en otras palabras, durante el «estado de vigilia», del poder de «reclamarse a sí mismo» durante un tiempo determinado.
George I. Gurdjieff - La vida real
Desafíos y obstáculos en el camino de autotransformación de Gurdjieff
El camino del trabajo personal puede presentar desafíos significativos. El cambio personal requerido es profundo y exige un compromiso constante y paciencia. Es fácil caer en la rutina y la falta de consciencia, y a veces puede ser desconcertante observar aspectos de uno mismo que no se desean o no se comprenden completamente.
“Considerado en sí mismo, el ser de un hombre presenta múltiples aspectos. El del hombre moderno se caracteriza sobre todo por la ausencia de unidad en sí mismo y por la ausencia de la más mínima huella de aquellas propiedades que especialmente le gusta atribuirse: la ‘lucidez de conciencia’, la ‘voluntad libre’, un ‘Ego permanente’ o ‘Yo’ y la ‘capacidad de hacer’. Sí, por asombroso que pueda parecerles, les diré que la característica principal del ser de un hombre moderno, y esto explica todo lo que le falta, es el sueño”.
Gurdjieff, según P.D. Ouspensky - Fragmentos de una enseñanza desconocida.
El trabajo personal requiere una auténtica voluntad de cambio, un compromiso constante y una guía adecuada. Sin una práctica regular y una comprensión profunda de los principios implicados, el proceso puede volverse disperso o superficial.
La consciencia es el fruto del trabajo personal. A través de la práctica constante de la autoobservación y la atención dividida , desarrollamos una mayor consciencia de nosotros mismos y de los demás. Nos volvemos más conscientes de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, así como de las dinámicas interpersonales que pueden influir en nuestras relaciones. La consciencia nos da la posibilidad de elegir cómo responder a las situaciones y de romper los patrones negativos que pueden limitarnos.
Comparación entre Gurdjieff y otras tradiciones espirituales
El concepto de trabajo sobre uno mismo tiene analogías con muchas tradiciones espirituales. Por ejemplo, en la tradición budista, se enfatiza la autoobservación, la meditación y la consciencia para alcanzar la iluminación. En la filosofía estoica, el autocontrol, la aceptación y la virtud son centrales para lograr la paz interior.
Sin embargo, el enfoque de Gurdjieff se distingue por su combinación de enseñanzas prácticas y filosóficas que buscan integrar el conocimiento intelectual con la experiencia directa.
La "atención dividida" es otro elemento clave del trabajo sobre sí mismo según Gurdjieff, que desarrollaremos en un próximo artículo. Implica la capacidad de mantener nuestra atención en múltiples niveles simultáneamente, tanto en el mundo externo como en el interno. Esta práctica nos ayuda a desarrollar una mayor consciencia y a evitar perder de vista aspectos importantes de nuestra vida. La atención dividida nos permite estar presentes en el momento actual, sin estar excesivamente distraídos por pensamientos o preocupaciones. De este modo, podemos aprovechar las oportunidades y responder conscientemente a los desafíos que encontramos.
Conclusiones
El trabajo sobre uno mismo, independientemente de la tradición de la que provenga, nos conduce a un profundo conocimiento de nosotros mismos y del mundo en que vivimos, convirtiéndose en una condición indispensable para aspirar a vivir una verdadera "vida real" y salir, como se ha dicho, del estado de "sueño" en el que, invariablemente, nos encontramos. A través de la búsqueda interior y la exploración de las dinámicas personales, somos invitados a ver más allá de las ilusiones y las limitaciones que nos aprisionan y que limitan nuestro potencial.
Gurdjieff nos ofrece un camino de crecimiento personal y transformación, diseñado específicamente para una mente occidental, aparentemente racional, que puede conducir a un profundo cambio en nuestras vidas. A través de la autoobservación, la atención dividida, la consciencia y el autoconocimiento, podemos liberarnos de los condicionamientos y limitaciones que nos aprisionan.
Esta invitación a explorar el concepto de trabajo sobre sí mismo según Gurdjieff es una oportunidad para descubrir el potencial que reside en nuestro interior y para vivir una vida más auténtica y plena.
Concluyo señalando que el trabajo sobre sí mismo expuesto en este artículo se centra principalmente en la puesta a punto de la “máquina humana” y, por lo tanto, constituye una primera fase esencial para un desarrollo posterior más profundo que, en el caso de Gurdjieff (las verdaderas tradiciones, en cierto punto, comienzan a converger todas hacia un mismo centro), navega en aguas profundamente cristiano-gnósticas.
Breve bibliografía esencial:
- P.D. Ouspensky - Fragmentos de una enseñanza desconocida
- George I. Gurdjieff - La vida real
- George I. Gurdjieff - Encuentros con Hombres Notables
- George I. Gurdjieff - Perspectivas sobre el mundo real














































