Sussidiario dei Devanimali. L’angolo dei libri di Juliane Biasi Hendel - Fontana Editore

Libro de texto de Devanimali. El rincón de los libros de Juliane Biasi Hendel.

Juliane Biasi Hendel

Tumbada en el césped, en compañía de mi niño interior, cansado y enfurruñado, me dejo arrullar por el aroma verde que me rodea. Respiro. De mi rincón de libros, de Fontana Editore, había elegido llevar conmigo *Sussidiario dei Devanimali* de Daniela Bongini. Me había dejado atraer por el hecho de que los Devanimali puedan ser maestros elementales para nuestro niño interior.

Justo lo que puede ayudarme, creo. A veces veo a mi niño interior estresado, inconcluso, incapaz, exhausto… lo veo ahí, sentado aparte, reflexionando sobre la vida y deseando algo más.

El libro que tengo hoy entre manos es blanco por delante y negro por detrás. En la portada, además del título y el subtítulo, pone: Diálogos con el espíritu de 20 animales .

Me dirijo de nuevo a mi niño interior y le digo: "¡Hagamos como si fuéramos a la escuela y escuchemos lo que los animales tienen que decirnos y enseñarnos!".

Qué bonito, los animales que hablan como en los cuentos de hadas de antes.

Abro una página al azar y la mosca dice : "Es divertido lo que decimos..." .

Sonrío, y mi niño interior también sonríe. Cierro el libro y lo giro por la parte negra, leo saltando con la mirada de aquí para allá. Encuentro algunos consejos que luego descubro que son del amigo maestro caballo, “cuantas más tormentas veáis, más miedo os darán…” .

Y también “Estáis demasiado apegados a vuestro ego, a vuestras costumbres…” , “debéis ir más allá…”

Creo que de eso se trata: de afrontar las incertidumbres, los miedos que nos frenan y bloquean, y seguir adelante.

¡Qué lástima, si tan solo fuera fácil!

Siento a mi niño interior revolverse y preguntarme: "¿Por qué estamos tan inquietos, inseguros e inestables en nuestra vida?".

¿Demasiadas expectativas? ¡Bah!
Llegados a este punto, estamos más que interesados y deseamos dejarnos guiar por los diálogos del espíritu de esta pequeña multitud de Devanimali, a quienes ambos consideramos maestros, pero también amigos.

He aquí que aparece la abeja, la abeja maestra.

“Vosotros también sois seres libres, pero os aprisionáis en vuestras incertidumbres, en vuestras certezas, en vuestras convicciones, equivocadas o correctas que sean, pero sois únicamente vosotros quienes construís muros alrededor de vuestra libertad.”

Me pregunto: —¿Será cierto que estoy desorganizada en mi corazón o ya estoy en el camino de construir mi corazón? ¿O soy yo también, todavía, un poco prisionera de mis incertidumbres y certezas?

Leo. Interiorizo. La respuesta en mí aún es confusa, pero me gusta la idea de que estos diálogos de los Devanimali sean algo verdaderamente personal “¡porque cada uno de nosotros es una chispa de luz!”.

La maestra Cincia me invita a correr por los campos coloridos, a ver mi arte en el paisaje, mi contribución a la belleza… pero sobre todo me anima a hacerlo con alegría y diversión, a sentirme chistosa, a valorar lo que tengo.
¡Cuántas cosas importantes! Acepto la invitación y mi niño interior también la acepta. Lo veo balanceándose en un columpio de fresas, más feliz.

Quizás sea cierto que nosotros, los seres humanos, a menudo somos pesados y no sabemos apreciar lo que significa sentirse más ligeros.

Cuántas útiles enseñanzas nos sugieren los Devanimali: la maestra víbora nos invita a practicar la curiosidad, pero también a gestionar nuestro veneno. El maestro araña nos invita a reflexionar sobre el juicio, ¡sobre todo el interior! El maestro murciélago quiere que nos liberemos de los pesos y nos lancemos al río de las experiencias de la vida . La maestra águila sugiere que nos divirtamos descubriendo cosas . Y la maestra avispa insiste: “Cada obstáculo es un enriquecimiento…”

"¿Todo claro, verdad?", afirma mi niño interior. "¿Pero cómo nos comportamos realmente con nosotros mismos, con los demás, incluyendo los animales, y con el mundo?"

Cada Devanimal tiene algo particular y especial, y un diálogo que compartir sobre los temas que nos afligen y afligen a nuestro mundo. Temas que merecen una reflexión importante. La nuestra.

Intentemos escuchar sin juzgar, e intentemos transformar la repulsión, el fastidio, el odio.

Dejémonos llevar por el arte, como sugiere el jabalí, o cantemos "a pesar de todo", como dice el gallo.

Concentrémonos en ese SÍ que propone la tórtola, ese que siempre ofrece una nueva oportunidad.

El topo dice : "Toma el mapa de tu vida y organiza tu camino..."

Y nosotros, a pequeños pasos, seguimos adelante, siempre adelante… ¿pero cuánto tiempo perdemos cuando estamos distraídos?

"Si no quiero distracciones y necesito concentrarme, me repito la lección del maestro escorpión, que lo dice a la perfección."

"Mi camino no es simplemente el mismo, está enfocado en objetivos precisos y así les enseño a mantener el equilibrio en su propio camino."

Mi niño interior sonríe.

El puercoespín nos invita a echar un vistazo al alma colectiva… cada uno de nosotros es mitad y mitad, es decir, gran sensibilidad pero también maldad…

Aprendamos entonces a aceptarnos tal como somos…

Aprendamos a aceptar cada parte de nosotros, como flores de un mismo jardín, cultivemos todas las flores que llevamos dentro, incluso las "malas hierbas"... esas que parecen sofocarnos y destruirnos.

La sugerencia es que podemos hacer que nuestra consciencia crezca lentamente sobre todo, incluso sobre nuestros lados oscuros… ya que la iluminación, toda junta, es difícil de comprender.

La mariposa invita a la transformación interior, el camino es siempre el mismo: aprendemos a reconocer nuestra belleza interior incluso cuando somos oruga, antes de convertirnos en mariposa.

Hagamos todo con suavidad, como quiere la oveja; mantengamos siempre la mirada puesta en el jardín interior, como dice la mariquita; nutrámonos en “sintonía con el… cuerpo” y…

"Bromea más de lo que ya haces...", añade la divertida mosca.

La chinche propone "no estar tan apegados a las cosas de los demás o a lo que los demás piensan..." de nosotros. "Nada es de nadie". "...nadie es de nadie".

“Cada vez que os dispersáis es únicamente porque siempre queréis más…” y “…si os contentarais con lo que tenéis, seríais todos muy felices” . ¡Lo dice el sabio grillo!

El caballo nos invitaba a ir más allá, como habíamos visto al principio, pero añadía que "la decisión dependía solo de nosotros mismos... para 'liberarnos de nuestro viejo YO y de las ataduras del ego'" .

Y así damos un paso más hacia nuestro crecimiento interior, nuestra sanación y la armonía con el mundo.

Mi niño interior y yo rescatamos de las lecciones lo que resuena en nuestro interior, pero las lecciones son muchísimas más y hay para todos los gustos…

La autora entiende de animales y sin duda sabe escucharlos bien, por lo que también propone una serie de ejercicios que cada animal ha compuesto especialmente... son pequeñas ayudas para reforzar cada lección que pueden hacernos reflexionar, pero también nosotros debemos aprender a "escuchar"... además, algunos ejercicios nos harán reír y nos ayudarán a profundizar en la esencia de la vida.

Siempre he sentido simpatía por todos los animales y me intrigaba su trabajo, pero con este libro tanto yo como mi niño interior aprendemos algo más, algo que nos hace bien, porque es amable con nosotros y con el mundo.


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