Alimentazione naturale. Parte prima - Fontana Editore

Nutrición natural. Primera parte

Enrico D'Errico

Recientemente, bajo la presión de fuertes energías cósmicas , hemos presenciado un notable aumento en el nivel de concienciación entre algunos habitantes de la Tierra. Esto está llevando a muchas personas a cuestionar su dieta y el impacto que tiene en su salud.

Llevo treinta años trabajando con nutrición natural y, a través de la experiencia directa con cientos de personas, he podido comprobar cómo la alimentación puede realmente favorecer el despertar de la conciencia.

Por lo tanto, me comprometo a compartir mi experiencia a través de consultas individuales, conferencias y seminarios de cocina. No se trata solo de aconsejar a las personas sobre cómo perder peso o solucionar problemas de salud específicos, sino de enseñarles a cuidarse eligiendo alimentos cuidadosamente preparados que reactiven el flujo natural de energía del cuerpo. Esta energía siempre está disponible en abundancia, ¡pero la gente hace todo lo posible por desperdiciarla!

Para recuperar energía, de poco sirve seguir una dieta estricta o correr a diario si luego cometes errores graves como comer o dormir a deshoras. Restaurar tu biorritmo es esencial.

Este es el primero de una serie de artículos en los que intentaré profundizar en este tema. Comenzaré analizando cuatro puntos clave que considero cruciales para organizar nuestros hábitos alimenticios: QUÉ, CUÁNTO, CUÁNDO, CÓMO.

QUÉ

Si conoces la parábola bíblica del hijo pródigo, recordarás que antes de arrepentirse y regresar a casa con su Padre, se encontró, en el peor momento de su vida, comiendo comida de cerdo. La gran mayoría de las personas comen comida bestial, como si fueran animales de granja; los alimentos procesados ​​que compramos en los supermercados son de pésima calidad, carecen de muchos de los nutrientes necesarios para mantener el equilibrio corporal, están cargados de grasa, de químicos sintéticos y son bajos en energía. La energía es un tema muy descuidado por la dietética convencional y la ciencia nutricional; sin embargo, en la nutrición natural y la filosofía macrobiótica, es un aspecto de suma importancia. Hablando de granos, el hombre común los consume principalmente en forma de harina, y por lo tanto prefiere la pasta y los productos horneados como el pan, las galletas y los palitos de pan. Pero el valor energético de estos alimentos es muy bajo, mientras que los granos integrales son una fuente extraordinaria de energía. Piensa en lo que sucede si plantas un grano de trigo o arroz: rápida y fácilmente, brotará una plántula; Si, por otro lado, se siembra harina o copos de cereales, obviamente no crecerá nada. Este simple razonamiento nos lleva a comprender la importancia de elegir cuidadosamente lo que comemos. Los alimentos que cocinamos y llevamos a la mesa deben ser integrales, frescos, orgánicos y de la mejor calidad posible.

Otro aspecto importante que siempre abordo en mis seminarios se refiere a la ley del espacio y el tiempo; la gente ya no sabe cuándo es el momento adecuado para comer calabacines o pimientos. El cultivo moderno en invernadero, forzado artificialmente con dosis masivas de productos químicos, permite ampliar considerablemente la cosecha de todo tipo de hortalizas. Los tomates, por ejemplo, ahora están disponibles en puestos de mercado y tiendas prácticamente todo el año, y esto se relaciona con la ley del tiempo. En cuanto a la ley del espacio, otro error común es consumir verduras y frutas procedentes de países lejanos, con climas muy diferentes al nuestro. No es difícil entender que los plátanos o las papayas son adecuados para las poblaciones que los producen, mientras que para nosotros, los europeos, las manzanas, las peras o los albaricoques son mejores. Ya nadie tiene en cuenta estos dos aspectos del espacio y el tiempo, pero les aseguro que consumir alimentos locales y de temporada es muy importante.

También quisiera hacer una breve acotación sobre el agua. Los fascinantes experimentos del Dr. Masaru Emoto han demostrado que el agua es capaz de absorber información de su entorno. Las ciudades son lugares cargados de todo tipo de energía negativa, y no me refiero solo a los campos electromagnéticos producidos por la electricidad, la televisión y las líneas telefónicas; también me refiero a la energía creada por las masas de esclavos que, frustrados y enfadados como siempre, llevan a cabo su ciclo diario de producción que alimenta el sistema en el que vivimos. Todo esto es inevitablemente absorbido por el agua que se almacena y circula en tanques y tuberías para la llamada agua potable; naturalmente, pocos pueden distinguir la diferencia entre un vaso de agua del grifo y un vaso de agua de manantial, pero la diferencia está ahí, y es enorme.

Por eso enseño a los asistentes a los seminarios cómo hacer que el agua del grifo sea más potable. Si no tienes acceso a un manantial fuera de la ciudad, al menos tómate el tiempo para purificarla y energizarla, como sugeriré en uno de mis próximos artículos.

Con esta información sobre el agua, concluyo esta publicación dedicada al primero de los cuatro puntos principales: QUÉ. La próxima vez, hablaré de CUÁNTO.

Para aprender más sobre este tema, recomiendo leer mi libro " Soy un Alma", que será publicado próximamente por Fontana Editore.

Enrico D'Errico

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