El arte como herramienta para el crecimiento espiritual - Parte 1
Paola Marchi
El artista es un canal a través del cual las ideas y el contenido cobran forma. Esto es a la vez la bendición y la maldición del artista: ser el creador de una realidad. Pero ¿cuál de las dos?
El artista, con su libertad de espíritu, está por encima de la naturaleza y puede adaptarla a sus propósitos superiores. Es su amo y su esclavo. Es su esclavo porque debe usar medios terrenales para hacerse entender. Pero es su amo porque subordina estos medios a sus propios propósitos superiores. El artista quiere hablar al mundo creando una totalidad. Pero esta totalidad no está en la naturaleza. Es fruto de su espíritu o, si se prefiere, de una inspiración divina.
Necesitamos esclarecer qué es la realidad, o al menos qué significa esta palabra. En mi experiencia, he descubierto la existencia de muchos niveles de realidad, niveles a los que se accede mediante cambios en la percepción.
El arte, al convertirse en un canal para el contenido que emerge a través del artista, adquiere un valor terapéutico. Al ver el contenido que fluye a través de mí desde fuera, tengo la valiosa oportunidad de desvincularme de él y observar sin juzgar.
Este paso, el del juicio, es fundamental porque, en la medida en que hay juicio, hay identificación. El ejercicio para un artista que utiliza el arte como herramienta de crecimiento espiritual es alcanzar una posición neutral y observar. Inicialmente, observar.
La fase de observación puede durar mucho tiempo y en última instancia no terminar nunca, porque es a partir del poder de autoobservación que se desarrolla lo que George Ivanovich Gurdjieff llamó "el observador".
Paola Marchi
