El arte como herramienta para el crecimiento espiritual - Parte 2
Paola Marchi
Durante la fase de observación de la obra, (si el artista consigue mantener el necesario desapego o desidentificación de lo que le llega) se abre la posibilidad para algunos de encontrar contenidos que van más allá de su propia individualidad, contenidos más amplios, que conciernen a todos.
Al comienzo de mi investigación, me topé con pinturas rupestres, particularmente con ciertos signos que fueron realizados y aún hoy se encuentran, en contextos donde son irreconocibles, al haber sido ocultados por explicaciones posteriores.
El simbolismo siempre me ha fascinado, y en mi búsqueda de conocimiento, profundicé en el Tarot de Marsella y su simbolismo asociado. Encontré una mina de oro inagotable, una guía válida para todo, precisamente porque su propia naturaleza lo abre a lo imponderable.

Gracias al Tarot de Marsella, pude experimentar la naturaleza esencial de los símbolos, que pertenecen principalmente a la esfera de la intuición. De hecho, los símbolos son abiertos por naturaleza. Los símbolos cerrados solo sirven para circunscribir una parte de la verdad intuitiva; son, por así decirlo, el intento de la razón de limitar su propia derrota.
Siguiendo el camino del símbolo abierto, llegué al signo, el signo puro del niño, y desde allí me reencontré con la investigación impulsada por el movimiento Art Brut. Descubrí así algo nuevo: que hay símbolos que emergen naturalmente de la conciencia humana y encuentran su justificación en el mismo momento de su creación.

Para comprender esta simple observación, basta con observar a un niño que se expresa libremente a través del dibujo. Lo que hace, si logra superar todos los condicionamientos impuestos por la falta de educación artística, será un testimonio de la presencia de valores inconscientes colectivos.
Para aquellos interesados en aprender más sobre este tema, pueden encontrar información útil en las obras de Carl Gustav Jung y su esposa Emma, autora de uno de los textos que, en mi opinión, es fundamental para los estudiosos del simbolismo: “Animus y Anima”.
Paola Marchi















































