El despertar de la conciencia: algunas reflexiones sobre sus efectos
Paola Marchi
En cuanto al despertar de la Conciencia, no existe un camino único; en este campo, la norma se constituye por la excepción. Esto es lo que hace que todo sea más complejo e incomprensible si se utiliza un razonamiento lógico-lineal basado en la dinámica de causa-efecto.
Es necesario romper la jaula de la mente inferior para acceder a nuevas dimensiones de existencia que de otro modo permanecerían inaccesibles.
Las posibilidades que se abren al ser humano son verdaderamente ilimitadas. El universo es infinito y multidimensional, y el acceso a otras dimensiones que coexisten con lo que percibimos con nuestros sentidos no solo es posible, sino muy recomendable dados los tiempos en que vivimos.
Para estas personas (esos hombres que han sido definidos como de “buena voluntad”) se abren nuevas posibilidades y perspectivas.
La buena voluntad es la voluntad de "hacer el bien" que se desarrolla lentamente en el alma humana, tras el contacto con esa parte más impalpable y luminosa de nosotros mismos, la parte que ya lo sabe todo, que ya sabe que todo estará bien, la parte que ya ha triunfado en el momento en que se reconoce su voz. Me refiero al Alma . (En mi opinión, todos deberíamos tener un Alma, pero en este asunto me remito a la experiencia de mis colegas esotéricos, quienes, sin duda, tienen algo que decir).
En el Tarot de Marsella, que considero una verdadera brújula orientada a la evolución, este pasaje está representado por la carta XVIIII, el Sol, que entre otras cosas representa a Heliópolis.
El contacto con la propia Alma es una experiencia que puede sucederle a cualquiera, con dos reglas esenciales e férreas:
- que uno cree firmemente en su existencia,
- Que se ha hecho un esfuerzo sincero por contactarla. En estas situaciones, hacerse el listo es inútil; te arriesgas a convertirte en un payaso sin darte cuenta (este es el lado trágico del asunto).
Quien cree en la existencia del alma ha hecho un pacto secreto con la parte más remota de sí mismo, una parte cuya voz es tan ensordecedora que no puede ser escuchada.
Escuchar la llamada del alma trae consigo cambios radicales en la vida, cambios que no pueden ni deben resistirse, so pena de lo que Gurdjieff llamó "muerte en vida". Por lo tanto, podemos comprender la dramática necesidad de quienes, al despertar y experimentar todas las dificultades que este proceso conlleva, reconocen la inevitabilidad de la tarea que les espera: dejar un mensaje, de cualquier manera posible, incluso si eso implica cometer errores, incluso a riesgo de chocar con la realidad del fin de un mundo. Porque, desde cualquier perspectiva que elijamos mirarlo, la condición en la que vivimos no augura nada bueno.
¿Qué mensaje podemos dejar entonces ante la decadencia general de la que todos se quejan y ante la que pocos intentan hacer algo?
La respuesta es sencilla: lo que tu Conciencia te sugiera hacer en ese momento... con la mano en el corazón, intentas hacer... ¿qué?
Un artículo en el blog de la editorial esotérica con la que colaboro, por ejemplo.
Un intento de choque, como diría el Maestro Gurdjieff.
Si no funciona, lo siento y, con una reverencia, ¡les deseo a todos una buena noche de sueño!
















































