La sombra de Homero. Entrevista con Paola Gabrielli
Rocco FontanaCon motivo de la publicación del nuevo libro de Paola Gabrielli , L'Ombra di Omero , os ofrecemos una entrevista a la ecléctica autora.
Blog Caníbales Culturales - ¿Qué significa el título La sombra de Homero?
Paola Gabrielli - La Sombra de Homero conecta el tema de la Sombra, donde converge todo lo reprimido y sobre el cual estamos llamados a contemplar, con la figura del gran poeta, a medio camino entre la leyenda y la realidad, Homero. Se le atribuyen la Ilíada y la Odisea , el viaje que el hombre emprende, de dentro a fuera, del hogar al mundo. Ulises va a la guerra, a Troya, y, después, regresa a casa después de 10 años, a través de un largo y peligroso viaje. De la dificultad a la paz del cuidado doméstico: como nosotros, que somos llamados al mundo, encontrando dificultades y obstáculos (representados por la guerra y las aventuras de Ulises en el mar antes de regresar a casa), es decir, en nuestra dimensión más íntima: nuestra esencia. Lo que somos, despojados de todas las capas de cebolla que nos cubren y nos hacen falsos y enmascarados, si no oscurecidos. Aquí es donde entra en juego el poder terapéutico de los mandalas y la escritura creativa.
CCB - ¿Del arte a la realidad? ¿Qué es real y qué es falso?
Paola Gabrielli - Nada es real excepto lo que determinamos con nuestra mente. Creamos nuestro propio destino con lo que sentimos y proyectamos al mundo exterior. A menudo es un proceso inconsciente que ocurre en la sombra. Nuestra tarea es tomar conciencia del proceso y participar activamente en su cambio. El arte es un medio para un fin, una forma de catarsis.
CCB - Usted es conocido por su novela anterior: “Los hundidos y los salvados” , pero este nuevo libro suyo es más bien atípico, ¿cómo surgió?
PG - Como toda mi escritura, se formó con el tiempo, mediante sucesivas estratificaciones, como las paredes de una casa que cobran forma al elevarse en el espacio en secuencias sucesivas, en un tiempo liberado y manifestado a la inspiración, que es volátil e instantánea. Las ideas se forman en secuencias sucesivas, vivas y dando forma a la catedral de palabras que constituye mi universo de significado. Tenemos una serie de mandalas para colorear, vinculados a temas de reflexión, ejemplos extraídos de la vida cotidiana e historias que unen la amalgama reflexiva, como un punto de llegada que invita al lector a reelaborar.
CCB - El tema de la sombra es recurrente en La Sombra de Homero. ¿Puedes hablarnos de ello y de cuál es la función del arte en este caso?
PG - La escritura creativa trabaja la forma de las emociones, transformándolas a medida que pasan de lo negativo a lo positivo; el mandala, por otro lado, profundiza, alcanzando un nivel más profundo, el que permanece inconsciente y cobra forma al representarse gráficamente. El mandala tiene orígenes budistas, hindúes, tibetanos e indios, y nos llega como una forma de meditación. Mandala significa capturar la esencia del aquí y ahora. A menudo, carecemos de claridad sobre nuestra esencia, experimentando momentos de confusión que nos hacen perder el contacto con nosotros mismos. El mandala es como una lupa: captura lo que reside en el inconsciente y lo manifiesta externamente.
El mandala tiene varias capas: la externa representa el mundo y nuestras relaciones con él; las internas son las diferentes capas de nuestra personalidad; y la central representa las cualidades esenciales que nos definen. A veces, en la vida, conectamos con el centro y podemos expresar nuestras cualidades esenciales. Así, el mandala simboliza, o mejor dicho, es, el viaje humano: del yo al mundo y del mundo al yo.
Cómo construir un mandala: a partir de la maraña de líneas, seleccionas la forma que quieres crear y representarte. La técnica no toca la esfera emocional, sino que la contiene y crea distancia de la emoción, para que pueda verse y percibirse desde una perspectiva interna. En la pintura de mandalas, no se trabaja sobre la emoción, sino sobre el profundo proceso que se experimenta al pintar. Incluso quienes llegan con emociones intensas aterrizan en el presente y redescubren la tranquilidad, su dimensión interior: estás en meditación y el apego a la emoción se desvanece.
Jung pintaba mandalas a diario. Estudió las figuras de los mandalas durante 14 años y concluyó que eran estructuras arquetípicas, propias del inconsciente colectivo, recurrentes en diversas épocas y culturas. Para comprender la interpretación de Jung, debemos considerar los conceptos de inconsciente colectivo y arquetipo. Jung adoptó la noción freudiana del inconsciente, pero la modificó significativamente. Reconoció la existencia de un inconsciente individual, que contiene material reprimido o reprimido de origen infantil, que emerge en sueños o neurosis, pero especificó que es solo un aspecto de la estructura subyacente de la psique, que, además de contener la conciencia y el inconsciente individual, también alberga el inconsciente colectivo . Los arquetipos (en psicología analítica podrían definirse como una forma universalde pensamiento dotada de cierto contenido emocional para el sujeto), al igual que el inconsciente colectivo, del que constituyen la sustancia, presentan tres características peculiares: universalidad, impersonalidad y herencia.
El mandala es un arquetipo muy importante. Es el arquetipo del orden interior y expresa la existencia de un centro y una periferia que busca abarcar el todo. Es el símbolo de la totalidad. Por lo tanto, durante la terapia, cuando la psique del paciente se encuentra en un estado de gran desorden y caos, este símbolo puede aparecer en forma de mandala en sueños, fantasías o dibujos libres. El mandala surge espontáneamente como un arquetipo compensatorio, aportando orden y demostrando la posibilidad del orden.
La función del mandala es pues doble: consolidar el orden psíquico si ya existe, y restablecerlo si se altera o incluso desaparece.
CCB - En su trabajo como educador, ¿ha utilizado alguna vez la literatura como medio para ayudar a alguien en dificultad?
PG - La literatura es educación continua. Un proceso que ocurre espontáneamente en el aula mediante la lectura de textos, el diálogo y la discusión. Más específicamente, a través de la escritura creativa y la pintura de mandalas, he ayudado a alguien de forma concreta. Cuando uno permanece abierto, ocurren milagros, lo que llamamos "sanaciones". Si quisiera recordar un texto específico que me parezca interesante y oportuno, citaría el ensayo usado en clase , "La Palabra a los Jóvenes", del filósofo y sociólogo Umberto Galimberti.
CCB - ¿Qué obras o experiencias te inspiraron a escribir La Sombra de Homero? ¿Hay alguna obra o autor que te haya inspirado a lo largo de los años y te haya enseñado sobre el complejo mundo de las emociones humanas?
PG - Son varias las obras en las que he basado mis estudios durante veinte años de investigación personal, enriqueciendo mi colección personal o aprovechando las bibliotecas de la región de Trentino, siempre atentas y bien surtidas. Entre ellas, podría mencionar "Inteligencia Social" de Daniel Goleman. El resto me lo ha dado la vida, la experiencia.
CCB - ¿Cuánto de tu obra es autobiográfica?
PG - El elemento biográfico está siempre presente, pero se transfigura en la dimensión de la escritura, llegando a algo más, que ya no es totalmente mío, ni totalmente tuyo.
CCB - ¿Cómo se expresa esta atención empática a la realidad?
PG - Es un sentimiento innato que se puede perfeccionar con el tiempo. Ser empático significa comprender las razones de la otra persona sin dejarse abrumar por ellas. De ahí el necesario desapego en las profesiones de ayuda y apoyo.
CCB: ¿Crees que La Sombra de Homero puede ayudar a empoderar a las personas?
PG - Si quieren, sí. Voluntad y poder. La sombra de Homero es solo el medio.
CCB - Nuestro país, famoso por su cultura, también es un país donde la mayoría de la gente admite no haber leído un libro en el último año. ¿Cuál es la razón y qué podría animar a la gente a disfrutar de este tipo de lectura?
PG - Recomiendo este libro a todos, especialmente a quienes han decidido cuidarse. Vivimos en un mundo acelerado donde a menudo no tenemos tiempo para respirar. Es hora de detenernos y reflexionar sobre lo que queremos de nuestras vidas. «Nuestro tiempo es limitado. No elegimos vivir la vida de otro».
CCB - Además de tus libros, ofreces talleres de arte. ¿Nos puedes hablar de ellos?
PG - Conocí el mandala gracias a alguien que me lo contó. A partir de ahí, comenzó un viaje que abrazó el arte como una forma de consciencia. A través del mandala, pude verme a mí misma y lo que sucedía en el mundo, recorriéndolo a medida que se construía. Se desencadenó un proceso de cambio que condujo a la evolución. El arte se fusionó con la enseñanza, experimentando con la escritura creativa y talleres de pintura de mandalas con los estudiantes, donde pude observar el cambio. En ocasiones, se resolvieron situaciones difíciles: surgieron recuerdos dolorosos, que se liberaron y permitieron que fluyeran a través del grupo y la guía. Los estudiantes mostraron atención e implicación cuando hablamos de sí mismos y de sus almas: escucharon atentamente y surgieron preguntas: "¿Pero cómo sabe estas cosas, profesor?".















































