Manual de Desarrollo Personal, lectura obligada para todo aquel que decida decir ¡Basta!
Rocco FontanaMi amable Maestro suele decir, dirigiéndose a sus discípulos, que lo peor que le puede pasar a un joven practicante es convertirse en un discípulo "experimentado" , es decir, tan acostumbrado a la rutina de la práctica diaria —desde el amanecer hasta el anochecer (durante el sueño y los sueños)— que su impulso espiritual, con el paso de los años como destellos en el cielo, se ha agotado por la inercia del entusiasmo inicial. En esta desafortunada eventualidad, el practicante está inconscientemente seguro de haber progresado lo suficiente como para estar satisfecho con las experiencias alcanzadas, y así se deja llevar por la satisfacción y la plenitud. En realidad, es su ego resurgiendo , reclamando todo su poder demoníaco. El resultado es que el practicante tendría que empezar de nuevo , pero esta vez ya no tiene impulsos internos ni ansias lo suficientemente fuertes como para comprender su error, para ver cómo su propio ego, del que tanto depende, es el verdadero obstáculo, el mayor obstáculo, el demonio que se interpone entre él y la cima de la montaña. (En este punto de su proceso evolutivo, todavía hablamos de montañas por escalar y metas por alcanzar, aunque sabemos perfectamente que no hay ninguna meta por alcanzar ni ninguna montaña por escalar.)
Así, cuando me encontré con (¡bienvenido!) el libro de Gennaro Ponzo , Manual de Desarrollo Personal , Cómo Cuidarse y Abrirse a la Conciencia , felizmente publicado por Fontana Editore en 2017, y leí las primeras páginas y el Prefacio, no pude soltarlo hasta la última página. Y así redescubrí, en mi corazón, a ese joven practicante que hace muchos, muchos años comenzó sus primeros intentos de práctica sostenida, de presencia consciente. Es un libro para todos, para aquellos interesados en la investigación espiritual y para aquellos que se definen como agnósticos, aunque nunca he conocido a un verdadero agnóstico . Gennaro Ponzo se dirige a todos, independientemente de la naturaleza del camino que cada persona sienta que es más adecuado a sus propias peculiaridades, y anima a todos a seguir adelante, con calma y determinación, incluso si, como se entiende fácilmente, cada paso es difícil de afrontar y el sufrimiento que nos acompaña es un pilar fundamental de la condición humana.
El hombre, todos los hombres, tienen dentro de sí una gota luminosa y a veces deslumbrante de infinito , que si permanece confinada en la oscuridad, oculta y secreta, genera angustia, inquietud y, a menudo, desesperación, pero que, si se la hace aflorar y emerger al nivel de la conciencia, nos impregna y nos inunda de una alegría luminosa, ligera y al mismo tiempo indestructible.
Khenebish















































