La experiencia del laboratorio alquímico a través de la sensibilidad femenina
Maria Rita ToschiEl Encanto no es sólo asombro, sino que lo abraza: mirar el cielo, con los ojos bien abiertos, perderse en él, captar su poder íntimo y sumergirse en él en un abrazo lleno de entrega.
Vea catedrales al cielo abierto, sienta la vida de una visión mientras sucede, la armonía, el poder, el entrelazamiento de las Geometrías Sagradas.
Escucha el viento rugiendo a través de las cimas de las montañas, deja que resuene dentro de nosotros, luego déjate llevar por el Silencio: sin resistencias, sin barreras nunca más.
Entrégate a la Vida, más allá del espacio, más allá del tiempo... más allá, más allá, más allá... donde todas las múltiples manifestaciones simplemente desaparecen convirtiéndose en Silencio.
¡Qué suspensión! Es contener la respiración para estar, por un instante, en la quietud que contiene la muerte. Trasciende el límite. Simplemente sé. Solo Conciencia. Desprovisto de vestiduras.
¿Por qué volver? ¿Y adónde? ¿Para qué? ¿Qué es la realidad?
La mente se enrarece, suspendida en el silencio. En este vacío hay una quietud llena de Vida.
Encantamiento.
En ese encantamiento, la respiración se reanuda, lenta y profunda. Un suave bramido sostiene el ritmo del Todo.
Sólo una Ley, la Belleza.
Abro los ojos y los espacios infinitos desaparecen. Todo recupera su límite y forma; hemos retrocedido en el espacio-tiempo-duración.
Impermanencia.
¿Cuál es la relación entre ambas dimensiones? ¿Existe alguna relación?
Sí, arde, está fuera de mí.
Lo respiro.
¿Es fuego? Sí. ¿Es luz? Sí.
Es el Fuego-Luz que contiene los cuatro elementos.
¿Cómo puedo verlo, cómo puedo verlo/entenderlo? Sin embargo, todo está ante nuestros ojos y nos habla: el Libro de la Naturaleza no miente. Es un diálogo continuo. Es empatía.
¿Qué lenguaje usamos? ¿Teurgia? ¿Arte? ¿Alquimia?
El Ars Regia, el Arte Regio, es uno de los posibles lenguajes ya hablados por la Naturaleza.
Imágenes rápidas se suceden en la mente: sistemas solares, nebulosas, átomos, moléculas, células... El vacío no existe porque los espacios interestelares, las aguas superiores y las inferiores, así como los espacios intercelulares, son todos coincidentes y correspondientes.
Hermes Trimegisto en la Tabla Esmeralda da sentido a cualquier correspondencia.
¿Qué hay de la Materia Prima? ¡Está en todas partes! Energía que se espesa/coagula y se convierte en materia.
El pensamiento da forma.
¿Dónde termina la energía y dónde empieza la materia?
¡Maravilla! ¡Encantamiento!
El Nitro está en el centro de la cruz en la Mónada de John Dee y es el poder fertilizante dentro de los elementos, es el poder seminal que también está en el centro del círculo del Sol. El eje horizontal de la cruz es la cristalización.
Todo el símbolo de la Mónada jeroglífica representa un Mercurio ígneo donde, abajo, los cuernos del carnero están plantados o brotando en la tierra. Arriba, la luna de los cuernos del "toro" funciona como un radar receptor y también como una antena transmisora.
El sistema de los elementos no puede separarse intelectualmente del mundo: en todas partes a nuestro alrededor hay un proceso dinámico eterno que trae la Luz Elemental permitiendo que los elementos dinámicos –Fuego y Aire– influyan en el Agua y la Tierra.
Entonces me di cuenta de que la cristalización se expresa a través del volumen y la geometría, que es forma dentro del espacio y el tiempo.
Se detiene. Respiro hondo. Este fuego es demasiado fuerte. Me relajo en esta contemplación. Me detengo para contemplar los árboles y las verdes colinas. Ahí estoy, en medio de todo.
La mente es como un lago en calma. Me permito experimentar la naturaleza, sin más preguntas.
Estoy tranquilo
Recogí el romero en flor. Lo acaricié con familiaridad y amabilidad, inhalé profundamente su frescura y su vigoroso aroma.
Agradecí al romero en flor por su vitalidad y le pedí que me lo regalara. Doné esta profunda alegría a la Madre Tierra en un solo pensamiento armonioso para que todos los seres puedan disfrutarla. En paz.
Durante unos días dejé el romero en alcohol, que absorbió su esencia, el espíritu mercurial y el alma sulfúrica del romero. Mientras lo huelo con intensidad, recuerdo ese arbusto, el aire y el sol; disfruto de la belleza de su perfume y su efecto íntimo en mi interior. Soy todo esto.
Enciendo el romero.
Paciencia y atención. Romero es generoso conmigo, pero requiere paciencia.
El romero se transforma en brasas y las agujas se queman hasta convertirse en cenizas.
Yo controlo la llama.
Observo y espero.
Sigo al Romero conversando atentamente con él, para comprender lo que necesita para su transformación.
Mientras él pasa por su transformación yo paso por la mía, y dejo ir lo que no necesito.
Aquí está la ceniza blanca.
Sal impalpable.
El romero me regaló su propio ser, su vida, su memoria profunda, su esencia.
Estoy feliz. Estoy agradecido.
Añado la ceniza al líquido.
Circulación.
Aquí está el “farmacon”.
Espléndido encanto.
